Después de recibir una salvaje agresión por parte de un automovilista en Constitución al 6400, y de ser derivado al hospital Interzonal debido a la gravedad de sus heridas, el joven Roberto Juárez fue dado de alta en la tarde del miércoles y ahora deberá estar al menos 40 días en reposo, pero junto a la calidez de su familia, que desde el primer momento lo contuvo a lo largo de su estadía en el nosocomio.
Pasaron los peores 15 días para sus familiares y allegados, Roberto estuvo en coma farmacológico durante más de una semana y con ayuda de un respirador artificial. En la tarde de ayer le otorgaron el alta y señaló que “estoy agradecido a Cristo y a los médicos del hospital que me salvaron la vida. También a todos aquellos que me escribían por redes sociales y que se preocuparon por mí. Lo único que quiero hacer es llegar a mi casa y comer algo”.
El joven de 25 años, acto seguido manifestó que “estuve pensando mucho mientras que estuve internado, a veces uno no se da cuenta lo acelerado que está y estas son las malas formas de las que debemos aprender. En la ciudad el tránsito es muy complejo, unos descargan de una forma y otros de otra”.
Asimismo hizo referencia a la situación que lo llevó a codearse con la muerte, “a mí la verdad que no me extraña haber terminado en el hospital, como están las cosas hoy es normal, pero… cuando me desperté estaba en la camilla y no me acuerdo de nada de lo que pasó”.
En lo que concierne al agresor, quien lo golpeó ferozmente después de una discusión de tránsito, Juárez se mostró muy firme en sus convicciones y afirmó: “ojalá que Dios lo perdone. No sé quién fue pero espero que cambie su actitud”.
Por su parte su hermana Yanina, desbordante de alegría, concluyó que “lo más importante es que lo tenemos a Roberto en casa y hay que seguir con la otra etapa de la rehabilitación”.
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