Aseveró a mdphoy.com, el Arq. Guillermo Eciolaza, Decano de la Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Diseño de la UNMdP, tras la primera reunión de trabajo, que tuvo lugar en esa Unidad Académica, para avanzar en la posibilidad de diseñar localmente un modelo de vehículo alternativo, denominado zoótropo.
Acto seguido el Arq. Eciolaza señaló que “la facultad tiene la experiencia, desde hace muchos años, del taller de diseño, que desarrolla Guillermo Núñez, en cuanto a resolver sistemas complejos. Y la problemática, que se plantea en el marco del Proyecto Integral de Transición hacia la erradicación de la tracción a sangre, es un sistema complejo desde lo social, donde el objeto termina siendo el resultado de interpretar una serie de problemáticas”.
Resaltó que “no se puede hacer una propuesta que no sea aprehensible por el futuro usuario. Entonces hay que hacer todo un trabajo para pensar de qué manera uno se va aproximando a una nueva cultura de trabajar con este tipo de actividades. Lo que hemos tenido nosotros, en los últimos años, son muchas experiencias trabajando con ONGs, con referentes territoriales”.
El Decano de la FAUD insistió en que “el aporte que se puede hacer, desde la Facultad, es desde lo específico, pero el resultado es la interacción de los encuentros que tengamos con las ONGs, con los usuarios, asistentes sociales y licenciados en Servicio Social, que nos guíen y que nos direccionen como armamos un universo de usuarios, donde vamos a trabajar este tema. Esto no es para todos, ni es para sustituir mañana todos los caballos. Esto es para hacer una experiencia piloto que se puede replicar. Para ello hay que ir trabajándola, lentamente, para que haya una sustitución que, probablemente, lleve una generación entera lograr”.
Asimismo sostuvo que “esto, finalmente, va a tener la forma de un objeto, lo que nosotros tenemos que resistir es la tentación de creer que eso sintetiza soluciones. Es una herramienta, una estrategia para empezar a abordar el problema, a partir de un objeto, que puede ser amigable. Porque la ventaja que tiene el diseño es que determinado diseño puede gustar más otro, y entonces la gente se apropia, le interesa, le da curiosidad, quieren probar. Pero eso es una parte de una estrategia mucho más amplia, que tiene que estar arraigada en lo social. Si nosotros no trabajamos desde todas las prácticas sociales, ningún diseño de objeto va a solucionar en ninguno de los temas”.
“El gran error es pensar que el problema es el objeto”
Al cabo del encuentro de trabajo, el titular del Taller de Diseño Industrial, Prof. Guillermo Núñez, hizo hincapié en que “el gran error es pensar que el problema es el objeto”, trayendo a colación, para redondear el concepto, la experiencia aquilatada, durante el año 2001, en Villa Evita, conjuntamente con la Facultad de Arquitectura.
“En plena crisis – refirió el Prof. Núñez –, hicimos un trabajo con ingeniería y la gente de Asistencia Social respecto al tema de las enfermedades de la piel, que padecía la gente en la Villa Evita. El tema es que Ingeniería que fue la que planteo el trabajo, en principio, propuso hacer baños químicos para solucionar el problema. Pero nosotros dijimos que no, que teníamos que averiguar dónde estaba el problema. Porque no creíamos que ese problema de sanidad se arreglase con un baño químico. Y la cuestión es que fueron a la villa los estudiantes de Ingeniería y de Diseño, con gente de Asistencia Social, y se dieron cuenta de que en la misma villa se procesaban toda la basura, cartones, vidrios, pañales. A partir de esa constatación surgió un proyecto para procesar la basura fuera de la villa, y se diseñó un dispositivo, en las plazas, para procesarlas de noche y cerrarlas de día, para que tuviese como otro uso”.
Y concluyó poniendo énfasis en que “es fundamental investigar de manera interdisciplinaria. Tenemos que tener mucha información. Nosotros entendemos de objetos pero, también, entendemos de esa interacción de los usuarios con los objetos que nosotros diseñamos. Y en función de eso yo creo que se puede sacar soluciones que, como decía Guillermo, no son la panacea total”.
Roberto Latino Rodríguez
