El genio de nuestro territorio bonaerense, quien no se cansa de decir que hay una “provincia activa como nunca”, recibe día a día la prueba de lo que efectivamente sembró, de lo que no supo hacer, de lo que se le escapó por falta de capacidad. Siete años después (asumió en el 2007 con reelección en el 2011), pretende dar soluciones mágicas a lo que creció de manera incontrolable también a la vista del gobernante al que hay que decirle que ciertamente, conforme a los resultados, y tal lo dice la canción, “me has echado en el abandono”.
Ahora, ante la insoportable ola de inseguridad vino a Mar del Plata el jefe de la bonaerense, Hugo Matzkin, detrás de todo lo que se anunció con bombos y platillos en temporada. Resaltó, eso sí, que venía con expresas directivas del gobernador Daniel Scioli, como si ahora sí viniera la luz. Cada uno de los funcionarios de la provincia, lugar donde se mueva uno u otro, nombra con mucha obediencia, esa figura infaltable. Lo único que falta es que traigan el camión con la boleta pertinente para que, olvidando lo sufrido, lo elijamos graciosamente como presidente de la Nación.
Nuestra Mar del Plata lo vio sobradamente este verano en pleno centro de la actividad turística, como un habitante más de esos lugares claves que regalamos los marplatenses como especial vidriera para hacer campañas. Todas las temporadas hemos vivido la misma historia. Ahora hasta con color repartido aquí y allá, con realizaciones que todos pagamos pero que entregan como si fueran los dueños de la pelota, dejándonos jugar sólo donde ellos quieren. En los otros lugares la desazón.
Pero, mientras Scioli repartía sonrisas, notas periodísticas y presentes naranjas, caían a sus pies, sin que aparentemente alterara su repetida presencia en medios de comunicación, muertos por la inseguridad dada por la delincuencia volcada salvajemente a zonas liberadas y por la otra inseguridad que pareciera que es menos importante, la vial, pero que también destroza familias. Eso sí, para esto tampoco faltaban carteles sobre caminos y rutas, los que en definitiva, atento a lo que evaluamos, no se tocaron para que luego viniera brutalmente el choque (demasiados) con una triste realidad.
Fracasados, inútiles. Ellos y nosotros. Veamos si no es así. Varias encuestas ubican a Scioli como el número uno en Mar del Plata. Aquí sí entonces vale la pena traer a colación eso de “algo habrá hecho”, pero corrigiéndolo, “algo habremos hecho”, habitantes y funcionarios locales para mostrar estos resultados. Pero, no valen ahora los enojos, las palabras altisonantes y el “no puede ser” lo que realmente es.
De aquí en más, equivocados por acción y errados por inacción, deberíamos tomar conciencia de la crisis y ubicarnos en el camino de la dirección correcta, cosa de no andar tropezando siempre con la misma piedra. Ante este no va más, la propuesta es enojarnos, exigirnos y exigir y no dejarnos echar en el abandono. Es nada más y nada menos que por la vida misma.
Miguel Toscano
Foto: Informe Reservado.net