Es indudable que el juez Rafecas, que desestimó la denuncia del fiscal Pollicita, el encargado de seguir adelante con las denuncias anticipadas por el fallecido fiscal Nisman, no es un funcionario que está haciendo sus primeras escaramuzas en la función.
Por supuesto que su dictamen lo tiene fundado, frente a su visión personal de las denuncias. Pero lo que no se entiende en varios sectores de argentina y el mundo, es como puede ser que tan rápido se pueda haber expedido ya que el comentario del vicepresidente de la DAIA no dejo de demostrar el asombro en algunas entrevistas, pero ahora todos los asombrados fuera de la Comunidad Judía están esperando la apelación que está preparando a todo vapor el fiscal para presentar y se adjudique en el sorteo la Cámara Federal que tendrá que expedirse en definitiva.
Es sabido que lo establecido en la Carta Magna Argentina respecto a lo establecido en lo que hace a la independencia de los tres Poderes del Estado. Pero Argentina por lo menos desde el 2003 ha transformado este tema en una asignatura pendiente, por tal razón causa asombro leer en algunos medios de que el Gobierno no “presionó” al juez Rafecas para tal decisión.
Es muy posible que no lo hayan presionado, pero también es muy cierto que algún funcionario le haya recordado al Magistrado que tiene algunas cuentas pendientes de resolución en el Consejo de la Magistratura, que están por el momento en el buen sentido de la palabra “cajonedas”, pero pueden dejar de estarlo.
No hay duda que el momento elegido para su dictamen fue el mejor regalo que le pudo hacer a la Primera Mandataria argentina, como regalo atrasado de su cumpleaños (62), ya que una cosa es abrir las sesiones ordinarias del Parlamento con la decisión del juez Rafecas desestimando la denuncia, y otra es con la espada de la denuncia sobre la cabeza.
No quiere decir que la batalla término, es solo un cese de fuego. Pues aún está pendiente de resolución la apelación del Gobierno a la inconstitucionalidad del Memorándum con Irán por el tema AMIA.
¡¡¡No nos engañemos!!!
Beni Cotler
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