Hoy leemos las nuevas declaraciones de la presidente y ahora resulta que para ella lo del fiscal Alberto Nisman no fue suicidio.
La presidente da a entender que esta muerte sería o es el regreso a la “gloriosa” década del 70´ donde nos tirábamos con cadáveres.
Lo cierto es que el ladrón de Boudou debe estar festejando porque el pasa a segundo lugar.
Ahora resulta que Nisman se ha transformado en Jorge Bergoglio, que ayer era un infame y negado enemigo y analógicamente hoy se transforma en un pobre fiscal que le vendieron pescado podrido y que fue mandado a asesinar por Stiusso para perjudicar a la Reina K. Lo único que falta es que le lleven a Nisman un mate a su tumba.
Lo más importante de esta siniestra comentarista política llamada Cristina Fernández, hay que rescatar la frase que dice: “Eso sí, bajo la forma de aparente suicidio”. Recurso que ya ha sido utilizado en muchos casos tristemente célebres como el de Lourdes Di Natale. Actitud por la cual la presidenta comenzó a amenazar a la jueza Fabiana Palmaghini que fue magistrada en el caso Di Natale, que ahora interviene en la muerte de Nisman.
Ahora la presidente acusa por twitter a Stiusso, sí, el mismísimo individuo que por defenderlo, los Kirchner echaron a Gustavo Beliz.
Licenciado: Abel Ayala
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