Peñarol comenzó con el pie derecho su participación en la Liga de las Américas, donde es el máximo ganador (dos títulos). En Brasil, el Milrayita despachó a Fuerza Reggia de México por 84-72. Por su parte mañana sábado se medirá contra Leones de Nicaragua a priori el rival más débil de la zona A.
Y sí, Peñarol sabe bien de qué se trata la materia de los torneos internacionales. Por algo es el máximo ganador de la Liga de las Américas (2007 y 2009), el torneo que lo desvela y que tiene en la mira. El primer paso por tierras brasileñas fue más que positivo. El conjunto del “Tulo” Rivero se mostró sólido, contundente y con mucho carácter para dominar de principio a fin a Fuerza Regia de México y ganarle por 84-72, una buena diferencia pensando en un posible desempate a la hora de la definición. El sábado será el turno de enfrentar a Leones de Managua (Nicaragua), que en el segundo turno enfrentaba al local San José.
El “Milrayitas” marcó rápidamente el terreno. Muy enfocado, con buena intensidad defensiva y gran reparto de goleo (con buena selección de lanzamientos), los de Mar del Plata picaron 23-10 en 6 minutos, con 4-6 en triples, dos de ellos de Giddens, quien sumó 10 puntos y 4 rebotes en el primer cuarto.
El conjunto mexicano sacó la cabeza y se despertó de la mano de Phelps (16 tantos en el primer tiempo), una pesadilla con su tiro de 4-5 metros con tablero. Además, aprovechó que Peña sufrió con la rotación y quedó ahí (31-29). Sin embargo, la chapa acomodó todo. Se prendió Boccia (8 en el 2º), regresaron Leiva y Gutiérrez, quien clavó dos bombazos, y los del “Tulo” Rivero volvieron a escaparse (49-37).
La jerarquía de Leo, con un nuevo bombazo incluido, le permitió a Peña tocar una diferencia de 13 (57-44 a los 23m). Pero cuando el ala pivote se sentó para descansar, Fuerza Regia se vino, con buenos pasajes de Allred, Stitt y Girón. Claro que Giddens trajo soluciones para mantener la tranquilidad (66-58).
Los mexicanos trataron de empujar, pero “La Peña” no se desesperó y lo cerró sin inconvenientes, con la solidez en la conducción de Konsztadt (11 puntos, con 3-3 cancha y 4-4 libres, más 4 asistencias), los aportes de Giorgetti y Masarrelli desde el banco y, claro, la jerarquía de Leo, quien conoce la materia internacional tanto como su equipo.