Hubo un durísimo intercambio de epítetos entre el intendente Gustavo Pulti y el concesionario. Si el poder concedente (Gobierno Nacional) y el órgano de control Comisión Nacional de Regulación de Transporte, aplicarán con mínima rigurosidad las obligaciones contraídas por el concesionario, rápidamente se caería en las cláusulas que prevén la rescisión de contrato, con cargo a quien cause los daños, en este caso la adjudicataria de la concesión.
Lo cierto es que las principales empresas, que operan desde y hacia la nueva terminal, integrada por los grupos Flecha Bus, Plusmar El Rápido y Vía, están definiendo una estrategia para enfrentar a Otero, cuya voracidad por la recaudación se manifestó en la pretensión de cobrar contado anticipado por el uso de las dársenas, para lo cual emitió las facturas por montos inaceptables.
Esa conducta habría sido la gota que colmó el vaso, ya que se trata de un cobro indebido que no está estipulado ni en montos ni en los plazos. En todas las terminales del país el valor oscila entre los $ 4.- (Provincia) $ 8.-( Nación), pero la voracidad de Otero llevó el monto por cada “toque” de dársena a $ 25.- cada vez que llegue o salga un colectivo.
Todo este irregular proceso de concesión, y ahora de explotación, se remonta a la firma del respectivo contrato de Construcción, gerenciamiento, administración y explotación integral, incluyendo sus actividades accesorias y complementarias de la nueva terminal Multimodal de pasajeros ferroautomora de la ciudad de Mar del Plata, según reza el título del Contrato de Concesión, a cuya copia accedió en forma exclusiva mdphoy.com
Corría el 26 de febrero de 2007 cuando estamparon su firma Roberto Luis Ramella en representación del Ministerio de Infraestructura, Vivienda y Servicios Públicos de la Provincia de Buenos Aires y Víctor Daniel Katz Jora en su carácter de intendente de General Pueyrredón. La UTE adjudicataria está integrada por Néstor Emilio Otero, EMEPA S.A. Y Ferrovías S.A. Concesionaria.
El soporte marplatense estuvo integrado por la comandita, que formaban Daniel Katz y Florencio Aldrey Iglesias, ambos recurrieron a Néstor Emilio Otero por sus antecedentes como operador de la Estación de Omnibus de Retiro, a quien guiaba por los pasillos oficiales el renunciante, polémico y sospechado ex secretario de Transporte de la Nación, Ricardo Jaime.
Hoy Otero no contaría con la misma pista de aterrizaje, en los estamentos nacionales y estaría más comprometida su suerte, si le bajan el pulgar o le sacan bolilla negra desde la Secretaría de Transportes de la Nación.
Pero no todo estaría acotado a Mar del Plata, sino que la misma se constituiría en caso testigo para otras estaciones terminales como Liniers y La Plata, que ya están adjudicadas o en proceso de concretarse. Si la pretensión de Otero de aplicar un aumento que sextuplicar el valor oficial determinado por ley, podría darse el caso que la ecuación económica variara sustancialmente rompiendo el equilibrio de todo contrato de concesión a 30 años de duración. Con la recaudación del atraque (toque) de un día podría pagar el canon que se estipula por mes, como para interpretar la equivalencia de los montos que se están manejando. Esa jurisprudencia también se trata de evitar.
Pero si hasta aquí todo trae a la memoria a los negocios de la década del ’90, con las polémicas concesiones viales, prácticamente se hallan sin cumplimiento diversos artículos del pliego calificadas como prestaciones obligatorias: Ejecución de la totalidad de los trabajos, sala de primeros auxilios, servicio de vigilancia y control, emergencia médica con ambulancia, servicio obligatorio de maleteros y carros, servicios de video cámaras para seguridad, movilización para minusválidos (no estuvo Agustina Palacios titular de la OMUDI) etc.
Además todas las empresas han perdido el número telefónico, que en algunos casos resulta emblemático por la familiaridad de los usuarios, y de imposible recuperación de su valor comercial, todo ello debido al contrato de exclusividad que Néstor Otero firmó con Telecom, lo que excluye a todas las demás telefónicas y servicios de Internet.
Las próximas horas serán decisivas para saber, cómo se irá desentrañando esta madeja verdaderamente imprevisible e impredecible, en cuando a sus consecuencias, pero a esta altura aparece como irreversible una salida no traumática a la situación. Como siempre para evitar un escándalo y costos políticos el Estado Nacional debería hacerse cargo del toque como ocurre en Retiro y otras estaciones terminales, claro ya no está Ricardo Jaime, y su sucesor Juan Pablo Schiavi no tendrías las mejores migas con Néstor Emilio Otero. Esto recién empieza, ya hay proveedores que no le entregan materiales al concesionario por lo cual en breve también podría paralizarse la continuidad de las obras.
También podríamos llegar al bochorno de que los pasajeros asciendan y desciendan en la vía pública en las puertas de la temporada, no habría que descartarlo por los intereses políticos y económicos que están en danza.
Jorge Elías Gómez
jgomez@mdphoy.com