En campaña, de eso no tenemos dudas. Ya estamos en camino. Cada cual podrá decir lo que se le antoje y hasta las elecciones estaremos escuchando infinidad de palabras y ojala innumerables propuestas. Nos quedará, a los ciudadanos comunes, la nada fácil tarea de seleccionar para elegir.
Pero hasta aquí… Ahora, un vocero circunstancial puso sobre el tapete una discusión que aparece como central. Plantea el “nosotros y los miedos” por el futuro, olvidándose de los miedos actuales. Alex Freyre presentó en términos personales, exponiendo que si gana este o aquel, por sobre el actual gobierno, hay gente que se muere, sin vueltas. Faltarán medicaciones claves. Bajo nivel de cuestionamiento al direccionar particularmente, con nombre y apellido, algo tan sensible. Sin embargo ganó los medios y las opiniones políticas que adhieren al miedo como campaña válida.
En esa misma línea el gobernador de la provincia de Buenos Aires preguntó “valientemente” a la oposición, supuestamente ganadora en cualquiera de sus expresiones, si sacará la Asignación Universal por Hijo o si se piensa devolver YPF a Repsol. Resulta curioso lo de Daniel Scioli ya que nunca levantó la voz, desde la provincia más importante del país (40% en todos los rubros), para lograr lo necesario del gobierno nacional para que el bonaerense esté mejor en cuanto a seguridad, educación, salud, inundaciones, etc. Lo que habría que preguntar a uno y otro, en lugar de absurdos y supuestos, cuando los hechos no lo favorecen, si todas estas falencias de su gobierno naranja, se superarán y cómo. Esta es la discusión que nos merecemos los que habitamos esta parte de la Argentina, república que él intenta presidir con estos negativos antecedentes y muy pobre discurso. En el mismo orden se dirigió el gobernador tucumano, José Alperovich.
Pero nos queda la presidente Cristina Kirchner quien frente al lanzamiento del satélite Arsat-1, haciendo suposiciones sobre este logro y dudando de su realización si no hubiera estado ella. En todo caso uno podría intentar evaluar si hubiera ganado otro, que hubiera pasado con el crecimiento de la droga en la Argentina, tan ligado esto a la inseguridad generalizada, un miedo real de toda la población con muertos por todos lados. Asimismo que hubiera sucedido con la economía; la inflación que aparece en el supermercado como un sol que pretende taparse con la mano del Indec. La caída de las reservas del país. La falta de programación para no depender energéticamente de lo que viene de afuera, otro sol que se pretende tapar con una pata de la Vaca Muerta (muy de futuro), mientras las energías renovables no tienen una proyección verdadera a la vista. Qué pasaría con las instituciones que tienen como símbolo un vicepresidente dos veces procesado con los etcéteras que se le vienen. Finalmente, y como ciudadano este es el principal planteo para poder creerle, ¿qué hubiera pasado, señora millonaria presidente, si no hubiera estado en el poder, con su cuantiosa fortuna engordada groseramente en funciones, mientras el discurso fue la distribución de la riqueza? ¿La riqueza de quién?
Más allá de indiscutibles logros y que uno cree seguirán estando, los argentinos nos merecemos un mejor debate. Más esclarecedor y con promesas cumplibles. Y esto va para uno y otro. Para esto, sugerimos, en una discusión mayor, que tengan en cuenta los muchos miedos que tenemos ahora nosotros, por una sociedad falta de objetivos comunes y por un país perdido en el concierto mundial. Peleándonos con unos novios conquistadores y buscando el favor de otros que quizás nos regalarán un ramo de rosas repletas de espinas. Todos los conquistares son iguales en toda la historia de una humanidad que poca ha tenido de esto, sentido humano.
MIGUEL TOSCANO