Hace cuatro años que el matrimonio conformado por Irene Idesis (60) y Oscar Jontin (75), radica en nuestra ciudad. La razón por la que decidieron quedarse en Mar del Plata fue más que nada por la salud de su marido, que continuamente tiene que atenderse en sanatorios de nuestro medio. Por eso quisieron aprovechar la tranquilidad que le brindaba la ciudad y disfrutar sus 37 años de casados cerca del mar. Pero la vida no quiso que su estadía sea reconfortante ya que les pagó de la peor manera: fueron estafados y usurpados por dos vecinos. Y con todo el dolor a cuestas detallan una historia que lamentablemente no es la primera ni será la última.
Cuando decidieron establecerse en la feliz consultaron un semanario reconocido y en él encontraron una oferta inmejorable de un lote ubicado en Barrio Costa Azul, Calle 485 nº1005 esq.18. “Hicimos boleto de compraventa y poder general, suponiendo que una escribanía tan reconocida como la de Ricardo Rubén Vaquero y Juan Pablo Bornatici, ubicada en Santiago del Estero 1741, 1er Piso, haría todo como tendría que ser”, señaló Irene.
Al tiempo que agregó: “abonamos en la misma escribanía, sin realizar la escritura en ese momento, porque me dijeron que teníamos tiempo para hacerlo. O construíamos o escriturábamos, no podíamos hacer las dos cosas juntas”.
Comenzaron a construir una humilde casa que con mucho esfuerzo fueron equipando. Una vez instalados sufrieron el primer percance en dos años. Incendiaron la puerta de entrada de su morada durante la madrugada. Efectivos policiales argumentaron que la habían rociado con combustible la misma y de manera intencional.
Pero no todo quedó allí ya que el lunes 21 de julio, cerca del mediodía, cuando el matrimonio regresaba en colectivo luego de que su esposo se atendiera en el hospital, observaron cómo se quemaba su casa. Una vez que quiso entrar a la misma no pudo ya que dos sujetos, sus vecinos, estaban dentro de la vivienda quemando todas sus pertenencias: historias clínicas, documentación y además habían cambiado la cerradura de la vivienda.
Personal policial de Acantilados se hizo presente y aprehendió a los dos sujetos David de 54 y Daniel de 23 años. Los detenidos por usurpar su morada fueron liberados por el fiscal Amavet. “Nosotros estábamos declarando y ellos ya se habían ido”, aclaró ofuscada Irene.
Los vecinos de la zona le brindaron su apoyo a la pareja para reconstruir de alguna manera los destrozos. Dentro del domicilio los sujetos se olvidaron herramientas que fueron utilizadas para cambiar la cerradura. En una especie de trueque insólito con los usurpadores, la propietaria devolvió dichas herramientas para que le entreguen una computadora portátil que le habían robado.
El miedo se apoderó del matrimonio por más que realizó la denuncia correspondiente y debido a las constantes amenazas se tuvieron que mudar a un departamento prestado y vivir con la jubilación de Oscar.
Los hechos movilizaron a la pareja para reclamar ante la escribanía Vaquero, la misma que le había vendido el lote donde a la postre construyó su casa. “En el lugar me dijeron que habían actuado de buena fe y que todo estaba en regla. Además me dijeron que no me haga problema y que vaya a ver a un tal Lafranconi”.
“Luego de un mes vuelvo a la fiscalía, porque no recibí noticias de nadie, y un empleado desde la Fiscalía 10 me dijo que la causa la tenía Eduardo Amavet”, recordó la denunciante.
Al no poder contar con un abogado la pareja decidió por cuenta propia llevar adelante el caso y hablar en fiscalía. Cuando se acercaron al lugar y dialogaron con Eduardo Amavet, el matrimonio declaró que “nos dijo que nuestro caso pertenecía a un conflicto de larga data entre vecinos, cuando claramente no es así”.
Continuamos con el reclamo y el fiscal en persona acompañado por personal policial, se acercó para hablar con los usurpadores. “No s pareció rarísimo, pero una vez que terminó, Amavet nos dijo que no nos van a molestar más”, manifestó Irene.
La historia de vivir en la ciudad y disfrutar de la Mar del Plata segura se truncó. Sus vecinos, los usurpadores, habitan en una casilla rodante a metros de su morada. Ambos amedrentaron a la pareja con frases como “les vamos a quemar la casa con ustedes adentro”.
La noticia llegó a los medios capitalinos y a un canal reconocido de la ciudad que les realizó una nota, “la editaron toda, ya que nombré a todos los fiscales que leyeron el expediente y nunca salieron”, recordó Irene.
E-mail enviado al intendente Gustavo Pulti y contestado por su secretaria privada.
Habiendo perdido su casa por usurpadores, el matrimonio intentó pedir ayuda al municipio. “Le envíe un e-mail al intendente Gustavo Pulti y la secretaria privada me contestó “que la usurpación no corresponde al ámbito municipal y que mi denuncia la remitieron a la secretaria de Seguridad”. Acto seguido Irene sostuvo que “nunca más recibí contestación alguna” (ver ilustración).
Desesperada intentó contactarse por la misma vía con el gobernador de la provincia de Buenos Aires Daniel Scioli, Sergio Massa y Defensoría del Pueblo local. “Estos últimos me pidieron el número de causa y me dijeron que siga visitando la fiscalía”. En este sentido el matrimonio comenzó a desmoralizarse ya que los trabajadores habían intentado todo pero nadie los escuchó.
El expediente comenzó a deambular de fiscalía en fiscalía, y en estos momentos el fiscal Juan Pablo Lódola es el que tiene la causa. Hasta el momento no se han podido comunicar con él por encontrarse de vacaciones.
Las últimas noticias indican que el lunes pasado la pertinaz Irene, se hizo presente una vez más en la fiscalía y al no encontrar a dicho fiscal comenzó a leer el expediente. Allí se encontró con que los usurpadores, por parte de su letrado defensor, le exigen el desalojo a un matrimonio que trabajó toda su vida para ganar la mínima y hoy habitan en un departamento prestado.
“No fue la única sorpresa que me llevé ya que fui a EDEA y me enteré que el servicio está puesto a nombre del mayor de los usurpadores”, aseguró la sexagenaria.
“Damos vueltas por la fiscalía y no nos escuchan, intentamos que el gobierno local nos preste atención y no pasó nada. Estamos perdiendo lo único que tenemos porque nos estafaron. Los delincuentes no somos nosotros pero pareciera que lo fuéramos. Realmente no entiendo a la justicia en este país, nos quitaron todo y ya no sabemos a quién más recurrir”, concluyó Irene resignada.
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septiembre 26, 2014 3:42 am
señora prendale fuego la casa usted con los individuos adentro, a ver quien es mas poronga…..