Que la “oligarquía vacuna”. Que “la corporación de Magnetto”. Que “los resabios del Proceso”. Que “el mundo se nos cayó encima”. Que los “comandos civiles del 55”. Que los “golpes de mercado”. Que la inflación es culpa de “los formadores de precios”. Que “la derecha golpista”. Que los “piquetes de la abundancia”. Que la “sensación de inseguridad”. Que los malos “encanutan automóviles”. Que las mentiras de “los medios hegemónicos”. Que “la oligarquía nos obliga a devaluar”. Que la “corporación judicial destituyente”. Que la conspiración de los “fondos buitres”. Y ahora, como si todo este agobiante cúmulo de imbecilidades propinadas por una millonaria de izquierda portadora de constipación moral fuesen insuficientes, se nos aparece muy suelta de cuerpo con su proverbial ordinariez gestual e intelectual, para anoticiarnos por la insufrible cadena nacional de la delirante advertencia de que los Estados Unidos de América capitaneados por un socialista musulmán pretenden “voltearla” con un magnicidio inminente.
Como ciudadano mínimamente informado que modestamente podría considerarse uno, resulta francamente insalubre padecer de la gavilla gobernante no sólo los infaustos resultados de una administración corrupta y corruptora que lleva ya diez años de latrocinio sistemático y generalizado, sino que encima Cristina y su endemoniado entorno intente justificar sus ostensibles fracasos ideológicos y administrativos tomándonos “a todos y todas” por perfectos idiotas.
Pero la presente epístola (que por prescripción psicológica hoy reviste forma de catarsis terapéutica antes que de un reflexivo y facultativo análisis político) no tiene por finalidad potenciar la legítima indignación que debe compartir el amigo lector con el que suscribe, sino que lo que pretendemos en esta descarga epistolar no es otra cosa que celebrar una buena noticia que todos deberíamos honrar cada vez que nos levantamos a la mañana antes de salir a la vida y lidiar con el hostil sistema que nos rodea y atosiga desde hace un decenio:
A partir de hoy falta un día menos para que esta mujer y su banda dejen por fin el poder que nunca debieron haber ocupado ni usufructuado. No es poca cosa.
La Prensa Popular
Nicolás Márquez
Genial . Muchos piensan lo mismo sólo que no lo expresan en estas palabras tan apropiadas.
Gracias Maria por el comentario.
Obviamente habría q escuchar los discursos antes de abrir la boca, cosa q este comentarista (con un evidente odio de clase) no ha hecho….