El presidente del Instituto de Previsión Social de la provincia, Mariano Cascallares, brindó ante diputados su informe de gestión. Señaló que “el sistema es superavitario y sustentable. Tiene constituido un fondo anticíclico de 8600 millones de pesos” y que así “el IPS goza de buena salud”. Pero, vayamos al 2008, momento en que Daniel Scioli comenzó a regir los destinos de la provincia. A fines de ese año el organismo tenía $3000 millones, dinero efectivo en su propia caja, que comenzó entonces a sacar el gobierno provincial y en diciembre del 2009, se le había entregado, de ese superávit, “los últimos 50 millones de pesos”, dicho por empleados del IPS. Hoy, para subsistir el instituto, debe recurrir al Tesoro provincial. De su propia caja ni hablar.
Es cierto, lo siguiente no tiene rigurosidad científica pero nada lo puede tener en tanto y en cuanto el ejecutivo bonaerense y sus organismos sean un completo misterio comenzando por la propia declaración jurada de Daniel Scioli. El IPS en sí es una boca cerrada donde no entran moscas que puedan molestar sus manejos. Con datos de la calle, veamos lo siguiente: Liquidaciones pertinentes en mano (con lo cual los números no son tan antojadizos), un sueldo de $3000 del año 2008, en este 2014 representarían $14600. En la misma relación, de 3000 millones de entonces, tendrían que haber, como mínimo, 14600 millones de pesos, sin embargo Cascallares indica que hoy hay 8600 millones en el IPS. Tampoco es dable afirmar cuantos empleados estatales más tiene la provincia en todos los niveles, incluyendo los comunales, pero es vox populi que creció, con lo cual también debería haber crecido la recaudación previsional. De todas maneras, con los números expuestos, quedarían 6000 millones sin explicación posible. Bueno, sí, tiene explicación. En el 2009 el gobierno provincial tomó como propia la caja del IPS y también su estructura en la que se dieron cargos “políticos” para pagar fidelidades. Igualmente esto no alcanzaría para semejante número.
Pero la más grave verdad, dicha por legisladores en el encuentro con el presidente del IPS. El superávit no es plata en caja, son “letras previsionales (no el dinero que estaba antes), por parte de la provincia de Buenos Aires” por lo que consideró uno de los diputados que “hoy el IPS está financiando al gobierno de Scioli”. Aunque resulta bueno aclarar que no solamente el gobierno, asimismo la campaña vestida de naranja del gobernador, para ser el presidente de todos los argentinos. Y así, dicho por Cascallares, “el IPS goza de buena salud”. Aunque, si de 14600 millones faltan 6000, en una cruda relación, esto llevado a un cuerpo humano significa que le está faltando, de su normal composición, algo más de un 40%, entonces, el 60% restante es el que goza de buena salud. Este gobierno perdió en el “camino”, ese 40% de la caja del instituto.
A Daniel Scioli le podríamos pedir asimismo un diagnóstico para la educación, para la seguridad, para la propia salud y seguramente que podrán dibujar, teniendo en cuenta que aquí en la Argentina tenemos grandes creadores humorísticos, que “todo goza de buena salud”, más allá de que los únicos que reirán son los gobernantes. En cada uno está el creer o reventar… y creo que reventamos de indignación y a veces también de impotencia en razón de que gana el verso sobre la realidad. Eso sí, en nosotros está buscar que el cuerpo social se recomponga y lo volvamos a tener intacto. Lo podemos hacer pidiendo a uno y otro, oficialismo y oposición, compromisos serios en proyectos sustentables y con cajas propias y efectivamente sanas. Recordar, el 2015 no está lejos.
MIGUEL TOSCANO
