Pasaron seis años de un accidente que no registró heridos de gravedad pero sin lugar a dudas, fue la antesala de lo que sucedió en marzo de este año en inmediaciones al Paraje La Peregrina, donde el ex campeón de Turismo de Carretera Eduardo “Lalo” Ramos, embistió a gran velocidad y en estado de ebriedad, a un automóvil Chevrolet Corsa con cuatro ocupantes a bordo. Aquel incidente marcó un antes y un después en la vida de la familia Franco, con dos hijos que aún tratan de reponerse del trauma y las heridas que les provocó la colisión.
Alrededor de las 3 de la madrugada, del 18 de noviembre de 2008, días antes al comienzo de la final de la Copa Davis que se disputó en nuestra ciudad, el oriundo de Mechongué circulaba por la avenida Juan B Justo a bordo de un Audi A4 y antes de llegar a Edison embistió en la parte trasera, a un rodado marca Opel K 180 con dos personas en su interior.
El propietario y conductor de ese rodado Jeremías Osvaldo Martino y una amiga recibieron lesiones menores, pero la joven fue hospitalizada por precaución.
El Opel circulaba por Juan B Justo y en la parte trasera del mismo fue impactado por Ramos, que corrió su auto del lugar realizando diferentes maniobras. Algo poco habitual ya que los vehículos deben quedar en el lugar donde se originó el accidente para que puedan trabajar los peritos asignados al caso.
“Una vez que se produjo el impactó Ramos de manera prepotente intentó minimizar las cosas y me dio su número de teléfono para que lo llame al día siguiente, como si nada hubiera pasado”, señaló Martino.
Asimismo Jeremías argumentó que “En el interior del vehículo había un vaso de whisky, un par de zapatos con tacos y dinero en efectivo”.
Vale la pena aclarar que el ex piloto profesional habría sido visto en la noche marplatense en compañía de un integrante del equipo argentino de Copa Davis, que por ese entonces comandaba Alberto “Luli” Mancini. El periodista Danny Miche en su libro “Maldita Davis”, asegura que David Nalbandian acompañaba a Ramos esa noche.
Personal de Comisaría Tercera (a 5 cuadras del hecho) se hizo presente en el lugar minutos después del accidente y le solicitaron los respectivos papeles del auto al ex campeón de automovilismo, pero éste se negó al pedido y después de una acalorada discusión, los efectivos detuvieron a Ramos trasladándolo hasta la seccional.
Allí Ramos contó con protección política oficial, que impidió que le realizaran los controles de rigor correspondientes, ya que al demorado no le extrajeron sangre para saber en qué estado se encontraba al momento de la colisión.
El damnificado efectuó la correspondiente denuncia en la Comisaría Tercera. En aquella declaración fundamentó que el conductor que lo había chocado, de manera prepotente no le entregó los papeles del automóvil y a la postre se comprobó que el vehículo no era de su propiedad.
Por su parte Martino declaró a este medio que “al día siguiente del hecho fui a Tránsito a ver cómo había quedado el auto, estaba destrozado. Y divisé el auto importado que me chocó. Uno de los chicos del lugar me dijo que el Audi A4 que manejaba Ramos entraba seguido por el mismo tema”.
Cansado de no avanzar en el caso, el damnificado decidió contratar los servicios del letrado Maximiliano Orsini, quien expresó a este portal: “La causa civil en contra de Ramos está abandonada. Se decretó la caducidad de instancia en la causa la cual no está firme”.
Martino accedió a esta entrevista después de escuchar las desgarradoras palabras de Rocío Dusek, la madre de Thiago Joel, él niño de cinco años que aún se está recuperando del accidente donde justamente Ramos embistió al automóvil Corsa en marzo pasado, sobre la ruta 226 en inmediaciones al paraje Gloria de La Peregrina.
“Cuando me enteré que era “Lalo” Ramos el que había chocado a esa familia no lo podía creer y pensé lo peor una vez que mostraron el automóvil destrozado en su parte trasera”, manifestó Martino acongojado por la situación.
Sin vueltas, y tal vez por haber pasado por un trauma similar al de la familia Franco, concluyó: “A este tipo hay que sacarle el carnet de conducir, es un peligro para todos”.