Según la Presidente dice que a su izquierda está la pared. Cuidado que no se vaya a olvidar que de ese lado lleva puesto un costoso reloj de oro y lo puede romper. Bueno, con una declaración jurada presentada por derecha que supera los ochenta palos no tendría problemas de reponerlo.
Cuando habla, de verdad no sé a qué izquierda se refiere, porque en el 70` estaban a la izquierda las que lo hacían por convicción, las que lo hacían porque estaba de moda disfrazarse de pobre con un poncho, o las que lo hacían en la Universidad u otros lugares en búsqueda de novio. Esta mujer que a los 17 años le pidió a su madre que la hiciera socia del Jockey Club de la Plata, puede ser que lo haya hecho por las dos últimas razones, de donde surgió su noviazgo con el rugbier Caferatta y la amistad con los hermanos Bettini que provenían de una familia rica que se habían metido en ese momento en la guerrilla por convicción.
En fin, cada día tenemos que escuchar más disparates, sobre todo de la Presidente que se fue a vivir a Santa Cruz cuando conoció y se casó con el llamado en aquel entonces desopilante Presidente del Centro de Estudiantes Universitarios de Santa Cruz, para convertirse en una abogada exitosa, época donde también ocupó su tiempo para estudiar y recibirse en La Plata en 1979. Yo me pregunto, si estaba tan a la izquierda, cómo se animó a ir a dar exámenes desde el año 1976 al 79 y nada menos que en la Universidad de La Plata.
Todos hablan del relato de la Presidente donde muchas veces se equivoca básicamente en citas históricas, pero bueno, en cualquier momento la vamos a ver adoptando el slogan de aquel viejo y famoso relator deportivo automovilístico Luis Elías Sojit que decía: “Coche a la vista” por el de “Buitre a la vista”.
Creo que estamos entrando en un momento donde para estar acorde con las circunstancias y los tiempos, tendremos que sembrar bananas.
Lic Abel Ayala
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