Jorge D´Onofrio (52 años, marplatense, perito agrónomo, periodista, cerca de ser abogado) es titular de las materias de “Economía Política” y “Emprendimientos Periodísticos” en DeporTea. Lleva escritos cuatro libros, al estilo de manuales de estudio, sobre las materias que dicta. Desde hace más de treinta años cumple funciones periodísticas en radio y televisión. Fue el productor histórico en el inolvidable y multipremiado “Minuto a Minuto” de Jorge Mondi por la radio marplatense.
Con él dialogamos sobre la formación de futuros periodistas y la nueva Ley de Medios Audiovisuales, entre otros temas.
LA CAPITAL: ¿Cómo ves la situación de los medios y los periodistas actualmente?
Jorge D´Onofrio: Llevo 30 años trabajando en medios de la ciudad y como corresponsal de medios de Capital y otras partes del país, y he podido ver cómo muta la labor periodística. Pasamos de la Olivetti a las noticias en vivo durante todo el día y on-line, relativamente en pocos años. Y esto ocurre en todo el mundo. La tecnología hace que periodistas de todas partes se igualen en posibilidades, se acerquen, compitan casi a la par.
Aún con este avance maravilloso veo también un marcado deterioro en la calidad del trabajo periodístico. Es como si la inmediatez nos hubiera matado la investigación profunda, la verificación fehaciente de la noticia, la utilización de la palabra adecuada y por sobre todo, la independencia de opinión.
-En cuanto a esa caída en calidad, ¿algo tiene que ver la relación entre periodismo y publicidad?
-Sí, porque es necesario señalar la situación acuciante de muchos periodistas de toda la República Argentina que debieron convertirse en vendedores de publicidad para ejercer la actividad que aman, como si la noticia fuera secundaria, porque lo más importante para sobrevivir en la profesión, no es el conocimiento, ni la astucia al preguntar en un reportaje, sino la pauta publicitaria que puedan conseguir. Viéndolo desde esta perspectiva la profesión involucionó drásticamente.
De la secundaria, con bajo nivel
-Vos sos docente de chicos (y no tan chicos) que se están formando para ser comunicadores. ¿Podrías decirme cómo es esta experiencia?
“Muy buena. La experiencia que recogí en estos nueve años de profesor es muy buena, tanto en lo personal como en el resultado colectivo. Hoy una gran mayoría de los chicos sale de la secundaria con un nivel muy bajo. Y Deportea, donde trabajo, tiene una actitud proactiva. Busca superar ese retraso y tender a la mejor formación posible, aún cuando la carrera de grado termina. Es así que ahora se ponen a disposición de los alumnos varios postgrados con especializaciones en Periodismo Deportivo, Periodismo Cultural, Periodismo Económico y Periodismo Político. Yo me voy a ocupar de la especialización de Periodismo Económico.
-¿Este aggiornamiento en los planes de estudio se realiza en conexión con las autoridades educativas de la provincia de Buenos Aires?
-Así es. Los planes de estudio han cambiado, todos los periodistas en la provincia se pueden recibir en tres años, para luego hacer una especialización. Trabajamos mucho para que nuestras propuestas en las currículas fueran aprobadas. Al salir de la secundaria, te decía, muchos chicos tienen graves dificultades para leer en voz alta o para comprender un texto. No es importante el conocimiento cultural ni el de la realidad que los circunda.
-¿Ante esta situación, además de integrarte a la propuesta general del instituto, y de coordinarte con otros profesores, pensaste en darle una respuesta personal?
-En mi caso decidí escribir manuales de estudio para que tengan todo el material de la materia en un libro, ingresando en la enseñanza de temas básicos, que tendrían que haber traído sabidos de la secundaria, pero de los que carecen, como lo es el funcionamiento de la democracia y del gobierno dentro de ese sistema. Los manuales que les escribí, lo hice con un lenguaje llano, sin perder la terminología técnica necesaria para ampliar sus conocimientos y lo más didáctico posible.
-¿Y tu o tus sugerencias a los comunicadores que se inician?
-Creo que lo primero que tienen que tener en claro es que una vez que se reciban y hagan la especialización, recién allí comienzan el camino para ser comunicadores. El periodista no lo es solamente por tener un título. Debe seguir estudiando e informándose toda la vida, enfrentando sinsabores pero también muchas satisfacciones.
-Con este panorama que planteás… ¿Cómo creés que la aplicación de la ley de medios podrá incidir en la inserción de los nuevos comunicadores?
-En cuanto a la ley de Medios de Comunicación Audiovisuales, vino a cambiar el panorama de distribución de medios que permitía la ley de la Dictadura, pero el mayor aporte a nuevas fuentes de trabajo se da en el marco de la obligatoriedad de incorporar programación local, principalmente en los canales y radios que eran repetidoras de los medios de la Ciudad de Buenos Aires, porque en los medios que ya tenían programación totalmente local, como la inmensa cantidad de radios de FM distribuidas por todo el país, en ellas no se generan nuevas fuentes de trabajo genuino, ya que con las coproducciones entre medio y productoras, lo único que genera es trabajo precario para los periodistas, obligándolos a vender su propia publicidad para subsistir.
El factor tecnológico
-Siempre en el marco de la nueva ley de medios ¿qué perspectiva abre el avance tecnológico?
-En cuanto a las nuevas tecnologías, y principalmente en internet, la ley de medios no tiene ingerencia, por lo que es lo mismo que si no existiera para los canales y radios por la web. Si la ley de medios se combina con las protecciones y fomento al cine nacional y las facilidades para producir ficciones, es un espacio de trabajo importante para actores, guionistas, directores, técnicos, pero no para periodistas, a no ser que para sobrevivir actúen de extras. Claro que el fomento de las ficciones y documentales se hace por medio de subsidios y créditos blandos, pero el problema de los periodistas que tienen que vender su propia publicidad para tener ingresos no se subsana con la ley de medios. La realidad es que la inmensa mayoría de los periodistas tienen que vender publicidad para poder mostrar su trabajo a la comunidad. Internet brinda la posibilidad de tener mayor cantidad de medios independientes con costos bajos, pero la sobreabundancia de páginas web y las campañas con intereses ocultos hacen poco creíbles las informaciones que circulan. Si a esto se suma la aseveración de informaciones sin chequear que abundan en las redes sociales, el trabajo del periodista se complejiza, en vez de solucionarse. Igualmente creo que el futuro de los periodistas que quieran comunicar está en internet.”
La Capital
Oscar Lardizábal