Se venía el hecho anunciado largamente y sólo palabras de por medio. Como antecedente, 17 días de paro sobre el inicio del ciclo lectivo, lo que al correr del tiempo sólo aparece como un título, no un problema. Ya pasó. Ahora, dos días más y la alternativa de continuar.
Con este panorama ¿qué se hizo en la previa del segundo tiempo? Claro, vacaciones, fin de semana por delante. Entonces aparece el clásico principio, ineludible para los funcionarios, caiga quien caiga, de que “no se reciben a los docentes con los chicos fuera de las aulas” ¿Pero cuál es la prioridad? ¿Principios vacíos de contenido ante la necesidad de que los chicos de las escuelas bonaerenses tengan sus clases, con por lo menos el intento de buscar soluciones antes? Y así, los plazos vencidos y viene a cuento un chiste radial muy sutil. Pregunta a Scioli: ¿A qué se debe que mantiene su posibilidad de ser presidente? Respuesta de Scioli: Yo no discuto con nadie. Periodista: Entonces debe ser por eso. Scioli: Si usted lo dice…
En tiempos de paro docente también Daniel Scioli se permitió salir en el programa Show Match, acerca del casamiento de Martín Insaurralde. Marcelo Tinelli, hizo lo que sabe muy bien, montar un gran show, dejando en el ridículo a quienes quieran. Entre los que sacó al aire fue al gobernador de la provincia sobre esta cuestión de Estado, el casamiento de Insaurralde y Jessica Cirio. Previo, llamado a la residencia presidencial de Olivos, sin poder sacar al aire a la presidente. Me parece bien. Entonces, Scioli atendiendo rápidamente con un “Hola, ¿qué hacés Marcelo?”, justificó a la presidenta por no haber respondido. “Cris te tiene un gran afecto y estoy seguro de que cuando tenga un minuto te va a atender”, sostuvo.
Le salió de adentro el “estadista”, interpretando lo que siente su “patrona”. Lo de estadista viene a cuento en razón de que hace pocos días el jefe de gabinete, Alberto Pérez, calificó como tal a su respectivo “patrón”. Cabe señalar que entre tantas definiciones de lo que es un estadista, conociendo un poquito la historia del mundo y sabiendo más o menos quien puede haber sido calificado en forma correcta como tal, se nos ocurrió tomar un pedacito de las definiciones de Ortega y Gasset, cuando clasificó a los gobernantes en “estadistas, escrupulosos y pusilánimes” y que el hombre de Estado debe tener “virtudes magnánimas y carecer de las “pusilánimes”.
En síntesis, el estadista se impone, el pusilánime agacha la cabeza y obedece. Y ya que mencionamos la historia, busquen en sus memorias las actitudes de nuestro gobernador ante Néstor Kirchner, Cristina Fernández y todo otro que aparece con un poder quizás mayor. Y digo quizás mayor, en razón de que el gobernador de la provincia más importante, 40% del país en muchos aspectos, no se asume él mismo con el poder de ese número y nos deja desprotegidos. Y por supuesto, también a los chicos. Aquí en Mar del Plata lo sabemos, bien, el vecino a través de Obras Sanitarias, de acuerdo a la visión de nuestro intendente Gustavo Pulti, debe acudir en ayuda de las estructuras bonaerenses. Un disparate que aleja del concepto de estadistas a sus ejecutores.
Para más, el estadista cambia, crea, define conforme a las circunstancias, no se ata a los libros. Impone, a través de la razón, nuevos códigos que ayuden al bien común. El “no se recibe a los docentes con los chicos fuera de las aulas”, es de un protocolo aquí vencido por las circunstancias. Con todos los antecedentes tendría que haber salido el estadista y antes del miércoles, sábado o domingo, en todo caso, reunirse y quizás también, por la emergencia educativa de tantos días de paro en el año, el mismo lunes o martes. No, hay que esperar al miércoles. Total son los chicos lo que pierden las clases y por ahí, ahorramos plata, “les descontamos los días de paro”.
No por nada Ortega y Gasset explica que el estadista es “el individuo con una misión creadora, el magnánimo. Es radicalmente distinto del individuo sin misión creadora, el pusilánime”.
Es una idea, es un cuestionamiento más basado en estas tristes realidades, que nos hace pensar en la función de los gobernantes y que nos remite a nuestro título ¿a quienes realmente les importan los chicos?
MIGUEL TOSCANO