Muchas de ellas están instauradas en la sociedad como ‘verdades absolutas’ y son seguidas al pie de la letra a la hora de comenzar una dieta. Qué pasa con las calorías, los alimentos light y el uso de edulcorantes que se creen inocuos. El médico especialista en anti-aging y estética Rubén Mühlberger explica a Infobae por qué son ‘verdades a medias’.
Muchas veces se instalan en la sociedad ‘verdades absolutas’ sobre alimentación: qué debe comerse, qué es sano y qué no, sin tener en la mayoría de los casos ningún seguimiento médico.
Es por eso que el doctor especialista en anti-aging y estética Rubén Mühlberger desnuda 7 de los errores populares en el intento de llevar una vida sana.
1- Un día a la semana se puede comer todo lo que se quiera
Mentira. Este no debe ser un día de atracón. Cuando estamos en un programa de pérdida de peso o adoptamos un estilo de comer sano para perder esos kilos de más y tener un cuerpo magro, tenso y saludable, un día a la semana podemos darnos el gusto de los permitidos. Eso no significa libertinaje alimentario. En ese día, yo recomiendo que sea dentro del fin de semana para compartir en familia, hay que tener en cuenta las cantidades en cada comida principal. Puedo comer de todo siempre que cuide las proporciones. Un té con una pequeña porción de torta o un plato elaborado con una copa de vino no significa comer a libre demanda y tomar de lo que yo quiera y llenarme hasta el hartazgo. No hay que esperar ese día para comerme todo.
Si estoy en una actitud de cambio y me costó mucho programar mi mente y lograr que mi biorritmo se acelere para quemar las grasas depositadas en los lugares como la panza, entrepiernas, cara, entre otros, puedo ese día darme de premio algo calórico pero sin dejar la actividad física, las porciones más chicas y variarlas durante ese día.
En el sobrepeso, para volver a recuperar la silueta perdida o añorada, se debe adquirir una conducta de cambio. No quiero lo que hacía antes, quiero todo aquello que me haga bien y verme bien.
2- Reemplazo un almuerzo por una ensalada de frutas para ‘bajar de peso’
No nos engañemos, puede ser una rápida y dulce tentación, pero nos dificulta nuestro programa de descenso de peso. Nuestro biorritmo está acelerado para quemar depósitos de grasa. Las frutas dulces lo frenan. Las frutas en ensalada están mezcladas: dulces, muy dulces, ácidas, muy ácidas, y han perdido vitaminas y minerales. Si son compradas, tienen además azúcar para hacerlas más ricas al paladar. La gran cantidad de azúcares y fructosa estimulan una hormona al mediodía y transforma en grasa inmediatamente a esa rica porción de frutas. Al poco tiempo tengo más necesidad de comer, tengo hambre, porque mi cuerpo necesita proteínas y no tantos azúcares para no estar cansado y fatigado.
En cambio, una fruta de colación a media mañana aporta fibra, vitaminas y el azúcar necesario para tener energía.
Frutas saludables: manzana verde, pera verde, bananas verdes, una porción de melón o sandía, un tomate. ¿Por qué verdes? Tienen menos azúcar y mucha fibra. Hay que masticar bien y disfrutar del tiempo de colación. Comer y trabajar o comer y mirar televisión engorda.
3- Si el alimento es “light”, puedo comer la cantidad que quiera
Una de las mentiras verdaderas. Lo light se hizo para bajar los azúcares de ciertas comidas a los diabéticos. Pero siguen teniendo azúcares, siguen siendo calóricas.
No nos engañemos; cuando comemos alimentos light, comemos más. En definitiva creemos que no engorda. Lo único que existe en la naturaleza no calórico es el agua.
Sí es verdad que ciertos alimentos disminuidos en grasas saturadas, las responsables del colesterol malo, pueden ser ‘light’ y los elegiría a la hora de cuidarme, pero si como más de la cuenta, me van a engordar.
No existe la comida que no engorda, existe comer bien para perder peso y acelerar mi biorritmo. Uno come para quemar calorías que hacen subir de peso. Es real como dicen: comer para vivir.
4- Hay que contar las calorías de los alimentos que se ingieren durante el día
Contar calorías es antiguo y nada práctico. Debo contar calidad calórica si estoy en una oficina, no camino y no hago actividad física. Para estar delgado debería consumir menos de 1.200 calorías, ¿quién puede? Es imposible.
El órgano que cuenta las calorías por nosotros y las consume es nuestro segundo cerebro: el músculo. Para estar en forma, tonificado, marcado y sin ‘flotadores’ es muy simple, pero hay que proponerse un estilo de vida sana. Comer alimentos que tengan calorías saludables. Evitar las calorías vacías (azúcares como caramelos, miel, helado, pan, alfajores, arroz, etc.), porque dan calorías de baja calidad para ser quemadas ya y llenan de grasa el cuerpo. Y mantener un hábito de actividad física de 45 minutos por día.
La regla de tres: como bien, activo mi metabolismo para no acumular calorías vacías y con la actividad física ordeno a mis músculos que me eviten estar gordo y flácido.
5- Comer varias veces al día ayuda a adelgazar
Esto no es del todo verdad. Se puede adelgazar siempre y cuando se coman alimentos que aportan calorías saludables. Comer varias veces por día y no fijarme lo que como es acumular calorías vacías, es decir, grasa corporal. Por ejemplo, los ‘picoteos’ llevan indudablemente a engordar porque freno mi biorritmo celular y bajo mi metabolismo.
6- Usar edulcorante en exceso está permitido
Todos los excesos son malos para mantener una buena salud y un buen cuerpo. El mito es: ‘si tiene edulcorante, no engorda y puedo comer más’. Un autoengaño de nuestra comodidad calórica. Siempre se deben elegir edulcorantes naturales y verdes. Nunca debemos consumir los de origen sintético.
Debo comer alimentos naturales, ricos en fibra que tienen el azúcar difícil de metabolizar ya que nuestro cuerpo trabaja más para sacar el azúcar de las fibras y gasta más calorías.
Consumir muchos endulzantes hipocalóricos no es aconsejable. Siempre usarlos para endulzar porciones razonables bajas en harinas y grasas.
7- Las porciones no importan si se trata de vegetales
Se debe comer no más de una porción de 400 gramos de verduras crudas. ¿Por qué? Hay mucha celulosa, y si no la mastico bien, me inflama, por eso tengo que tomarme el tiempo necesario para masticar muy bien un plato de vegetales crudos. Y nunca deben sustituir una comida principal porque no tienen proteínas. Nuestro plan de ahora en más es comer para estar delgados y saludables. La fórmula del biorritmo genético.
¿Qué es el biorritmo?
Esta palabra es clave según el especialista: “El metabolismo del cuerpo es el trabajo interno de los órganos y hormonas que se mide en unidad de calor. Este estado térmico continuo y constante llamado vida o energía vital proviene de las grasas, proteínas y azúcares. Estos tres sistemas integrados generan un estado térmico al que se llama ‘poder calórico de proteínas, grasas y azúcares’. De ellos depende gastar o quemar en reacciones químicas todo lo que entra en calorías o alimentos que tienen un índice calórico. La grasa es más calórica que la proteína. Los azúcares dan calorías de uso inmediato, energía ya, y la grasa aporta calorías de depósito para usar en tiempos de enfermedades o cuando el cuerpo no come”.
Es por eso que asegura que “si estos metabolismos trabajan en orden y son controlados por los genes, quienes se encargan de mantener estas fábricas de calor y de mantenerlas equilibradas, todo lo que ingrese como alimentos debe gastarse y no depositarse. Es decir, lo que entra se usa, da calor y reacciones que mantienen la vida y la belleza del cuerpo. ¡Eso es el biorritmo!”.
La clave de Mühlberger es “lograr estar joven, delgado y con el cuerpo saludable ‘comiendo’ ¿Cómo? Activando los genes del biorritmo metabólico”.
Infobae