El presidente del Colegio de Abogados de la provincia de Buenos Aires, Mateo Laborde, se refirió a la situación de vacancia que hay en el Poder Judicial bonaerense, y explicó que se trata de alrededor de un tercio de jueces que faltan designar en los fueros penal, laboral y de familia.
-Hay una vacantes de puestos en la Justicia de Buenos Aires que no son ocupados, y retrasa el accionar de la Justicia.
-El hecho de que haya un tercio de los magistrados de la provincia que no estén en sus cargos, implica que todos los trámites se retrasan. Y que cuando uno va a la Justicia, y no tiene justicia en tiempo, no es justicia. Esta es la necesidad que estamos marcando desesperadamente desde el Colegio de Abogados de la provincia de Buenos Aires, haciéndolo incluso con el Colegio de Magistrados. Advirtiendo como también los hizo la Corte en su momento, que la política tiene que activar sus mecanismos para que esto se resuelva inmediatamente. Estamos en una situación en la que, en algunos fueros, puede que exista un colapso.
-¿A quién le corresponde en la provincia de Buenos Aires la designación de estas personas para ocupar esas vacantes?
-El Consejo de la Magistratura trabaja en la toma de exámenes, la conformación de ternas. Hoy está al día y está trabajando muy bien; hay unas doscientas y pico de ternas que están para salir. Dentro del Poder Ejecutivo y el Poder Legislativo son quienes deben activar los mecanismos.
-¿Se puede empujar a la política a que tome esa determinación o simplemente hay que esperar que ellos empiecen a activar?
-Yo creo que el empuje es la necesidad de la gente. La advertencia que estamos haciendo es sobre una situación de emergencia. Hay que llegar en forma urgente a los consensos necesarios para que pase por el Poder Ejecutivo, el gobernador envíe al Senado los pliegos y sean aprobados y puedan ser puestos estos magistrados en sus cargos. Eso nos solucionaría al menos el 30% del problema actual, que es gravísimo. Son alrededor de 250 los pliegos que están para salir del Ejecutivo, y las vacantes superan los 700. Los fueros más graves son: los de Familia, el Laboral, y el Penal, son los tres más afectados.
-¿Cómo funciona la Justicia con todos estos cargos sin ocupar?
-Lo de seguir funcionando es una apreciación que tendríamos que mirar con lupa. Funciona porque los demás jueces subrrogan en los cargos. Ayudan y ponen un gran esfuerzo. Pero claramente no es eficiente.
-¿Son uniforme las vacantes?
-Es en toda la provincia. Todos los departamentos judiciales sufren estas vacantes. Estamos alrededor del 45% de vacancia en toda la provincia.
-¿Crees que hay que reformar a la Justicia?
-Creo que la reforma más importante es una de gestión interna, de modernización de la gestión. En toda organización uno tiene objetivos determinados, claros, está pensando en qué resultados va a tener, mide los resultados, analiza cómo le fue. La cabeza de la organización garantiza los recursos. Una organización moderna como tienen todas las organizaciones de este tamaño, públicas y privadas. Una organización en la que el juez se dedica a dictar sentencias y tomar audiencias, y la organización le garantiza que todo el resto le funciona adecuadamente para que eso se haga en tiempo y forma. Esto no ocurre en la provincia de Buenos Aires, y los abogados somos parte de la cuestión. La Justicia de la provincia de Buenos Aires tiene expediente electrónico, probablemente somos la jurisdicción más avanzada de la Argentina, y creemos que nos tenemos que apoyar en estos trámites electrónicos que nos dan una evaluación exacta de cómo funciona el Poder Judicial.
-¿Cómo es el tema de las indemnizaciones por accidentes en la vía pública?
-Si vos vas en un coche mediano, chocas y una persona pierde la vida, es muy posible que la reposición del auto le cueste más a quien tenga que pagar, que la vida de la persona. La vida es más barata que el valor de un auto mediano. Esto es parte de la independencia de los jueces para resolver. Pero se desentienden del fallo de la Corte Suprema que les pide prestar atención de lo que se le paga a un trabajador y a los mínimos que tiene la ley de reparación de riesgos de trabajo. Es tan paradójico que esa persona que chocó en la esquina y perdió la vida, iba camino a su trabajo, probablemente la indemnización sea cinco veces que en el caso de que no fuera a su trabajo. Los juzados que no están adheridos a la oralidad, tardan entre 4 y 5 años en dirimir un juicio por daños y perjuicios. Y la oralidad no es obligatoria todavía.