Mijail Mizintsev, de 59 años, se volvió el general favorito de Vladmir Putin. Es el que está a cargo del asedio a la ciudad costera de Mariupol, la localidad más castigada en la invasión rusa de Ucrania. Su forma de actuar, y su ataque indiscriminado a civiles le generó un apodo poco amistoso: “El carnicero de Mariupol”. Mizintsev está repitiendo lo que ya hizo hace años en la ciudad de Alepo, Siria, que quedó reducida a escombros.
El Gobierno de Ucrania anunció que el general ruso dio un ultimátum, el pasado domingo, para que las autoridades entregaran Mariupol, algo que el Ejecutivo de Volodimir Zelenski calificó de “delirio”. Entre sus órdenes, el hombre de 59 años dispusó el bombardeo de una maternidad, un hospital infantil, el teatro donde se refugiaban cientos de personas y una escuela de arte, además de ataque con drones del mayor complejo industrial de la ciudad portuaria.
Por su historial, quedó demostrado que Mizintsev tiene como principal objetivo cumplir las ordenes que le dan sus superiores, y con tal de consagrarse, el general atacando sin miramientos a blancos civiles, incluidos niños, y arrasar la ciudad. De hecho, está replicando en Mariupol el modelo de bombardeo hasta las cenizas que ensayó en ciudades sirias, como Alepo.
Justamente, fue en la intervención rusa en apoyo del régimen de Bachar el Asad en 2015 y 2016, cuando Mizintsev se ganó la confianza de Putin. En esa oportunidad, el general ordenó bombardear hospitales, escuelas y viviendas, que dejaron como resultado ciudades arrasadas.
