No está muy visibilizada en la agenda pública de la ciudad, no obstante, las calles destruidas, la inseguridad, la mugre generalizada, las prestaciones en Salud, etc, son las evidencias y el reflejo de lo que ocurre en los intramuros municipales.
No descartan un pacto entre el Departamento Ejecutivo y el gremialismo, ambas partes guardan silencio y han optado por el sigilo, para que no trascienda una situación que según nuestras fuentes ya resulta ofensiva para los contribuyentes. La Secretaría de Gobierno es un filtro entre la Privada del intendente y el STM, y es un nuevo fracaso de este gobierno, definitivamente rumbo a la no gestión.
Ya no tiene retorno, es irreversible porque está quebrado el ámbito que caracteriza el cumplimiento de labores a cambio de una retribución conocida como salario.
La descomposición apareció cuando hubo manejo discrecional de la aplicación y cumplimiento de protocolo covid, seguido por el descontento de un acuerdo de actualización de haberes que no alcanzó el índice inflacionario. Este es el combo que restó autoridad frente al ajuste que usó las remuneraciones como variable.
Hubo mimetización entre restricciones, relajamiento de asistencia al lugar de trabajo y cumplimiento de horarios. Tal vez de hecho, se hayan establecido nuevas modalidad laboral dentro de la nueva normalidad. En este acaso habría que admitir que son adelantados en aplicar la reforma laboral que no definen en el Congreso Nacional. Se acuerdan de “Los obreros marchando con los dirigentes a la cabeza o con la cabeza de los dirigentes”
Pero a los marplatenses además de hacerles promesas que no se cumplen, hay que explicarle a dónde van a parar los dineros de los contribuyentes. No será fácil mantener un índice cobrabilidad sin que dañe la ejecución presupuestaria. Hoy todo es clandestino en la Secretaría de Hacienda.
Todo se termina dibujando con las alianzas espurias de los concejales con garrochas, que ya han desvirtuado la mínima credibilidad política en el Concejo Deliberante, que se acentuó a partir de la asunción de Guillermo Montenegro.
Durante las primera escaramuzas entre el STM y el intendente actual en 2020, se disparó munición gruesa, advirtiendo sobre “los innecesarios nombramientos de funcionarios en planta política, que formaban parte de acuerdos de campaña que cerraban los operadores del intendente”, señalaban voceros calificados del Sindicato de Trabajadores Municipales, en declaraciones que fueron públicas.
“Obvio que no es el mejor clima, para nada. El personal a cargo pretende “trabajar” del mismo modo en que lo hace Defensa del Consumidor, o sea, 2 o 3 veces por semana, de 9 a 12 y sin registrar entrada y salida, obviamente sin cumplir el horario laboral. O también como en la Agencia de Recaudación Municipal, donde sólo se atiende al público con turno previo”, coinciden nuestras fuentes. Todo en estricto off porque no descartan represalias, que tienen insólitamente el respaldo del sindicato, por ello que se respeta la modalidad del pacto tan propenso entre la política y los sindicatos en este país. Obviamente, no sienten contención en el PRO, a cargo de la conducción política del gobierno de la ciudad.
Y entregan otros detalles del armado de ese acuerdo no escrito entre las partes: “Las horas extras sólo son para algunos agraciados amigos del poder de turno y eso provoca malestar entre el personal, sobre todo en las categorías más bajas por ende con los sueldos más bajos”.
Cuando tienen la oportunidad de hablar hacen catarsis y desnudan una realidad que ya es desbordante: “Las injusticias están a la orden del día. A lo ya dicho con respecto a las horas extras, hay que sumarle a aquellos que tienen planillas para firmar su entrada y salida del horario laboral, con el justificativo de la inseguridad que se vive en la ciudad, que por lo visto sólo afectaría a un grupo minúsculo”.
Se estima en 10.000 el número total de trabajadores municipales, que han logrado un régimen de excepción propio de administraciones públicas. Por supuesto que todos quieren acceder a los mismos beneficios, los más comprometidos señalan que la situación es insostenible y que a la corta o la larga va a terminar explotando.
Y el pesimismo es indisimulable ante la falta de perspectivas favorables: “No hay posibilidades de crecimiento. Sólo se nombran cargos políticos y asesores en el HCD. Al personal de planta se lo mantiene en stand by, todo ello con el aval del STM”.
También hacen mención a cómo han revertido posiciones extremas de otras épocas “Se nota demasiado que han dejado a un lado el “espíritu combativo” y las ganas de tomar el palacio municipal que demostraron desde el primer minuto de la gestión anterior”.
el peor gobierno de los ultimos 40AÑOS!