Unos abuelos en la estación de tren de Lisichansk
despiden a su nieto que se va al oeste de Ucrania.
El presidente de Ucrania, Volodimir Zelensky, anoche un dramático mensaje, advirtiendo que tropas especiales del ejército ruso ya están en Kiev. Zelensky prometió que no abandonará la capital de su país y no disimuló su decepción con la OTAN y los supuestos aliados de Occidente: “Nos dejaron solos en la defensa de nuestra soberanía”, afirmó.
Más temprano, cuando el ejército ruso apoyado por tropas de Bielorrusia lanzaba una invasión en toda la regla a su país, Zelensky había rogado por el apoyo de “los socios de Occidente”. Un apoyo que nunca llegó.
“Pregunté directamente a los miembros de la OTAN, ¿nos aceptarían en la alianza? Nadie respondió. Todo el mundo tiene miedo. No quieren llevarnos a la OTAN. Nosotros no tenemos miedo”, agregó el ucraniano.
“Estoy muy agradecido con todos los Estados que ayudan a Ucrania en términos concretos. Pero en lo concreto, no en palabras. Pero hay un segundo punto: nos quedamos solos para defender el Estado. ¿Quién está listo para luchar con nosotros? Honestamente, no los veo”, continuó visiblemente enojado.
Ante esa situación, Zelensky convocó a la movilización general durante un periodo de 90 días y pidió a los ciudadanos de su país que se unan en armas para repeler el ataque ruso.
También informó que 137 soldados ucranianos han muerto y más de 300 han resultado heridos desde que estalló el conflicto y que él y su familia han sido designados como “el objetivo número uno”.
Una de las hipótesis del desembarco ruso en la capital ucraniana está vinculada a la intención de Putin de derrocar al gobierno e instalar un régimen que se subordine a Moscú. A pesar de eso, el presidente aseguró que no se irá del país.
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