Montenegro, Rodriguez Larreta y Florencio Aldrey Iglesias, una mesa política que crece.
Que no habría lugar para una tercera fuerza política en pugna, por banca alguna era una probabilidad, que se manejaba en los días previos a las elecciones. El 7 – 5 era una chance de distribución que se manejaba como tal, ante la evidente polarización entre Juntos y el Frente de Todos.
La caída generalizada del kirchnerismo provocó un efecto tobogán y en el oscilar del mismo, quedó arriba la foto de Fernando Muro como cabeza de la lista y Virginia Sívori con los pies sobre la tierra, aunque renovando su plaza hasta el 2025, si se ratifica la imagen final del último escrutinio del domingo por la noche, aunque no corre riesgos.
Finalmente la distribución arroja 8 bancas para Juntos y 4 para el Frente de Todos, lo cual confirma plenamente la tendencia que se manejó hasta horas previas al domingo último. No hubo opciones que a la postre despertaran el interés de los 350.000 ciudadanos, que cumplieron con su deber cívico.
Si tenemos en cuenta la oferta de la grilla, sólo Gustavo Adrián José, podría modificar esa composición provisoria, que debe consolidarse el 14 de noviembre, cuando se celebre la general legislativa.
José, de Avanza Libertad (el Partido de José Luis Espert), puede encaminarse a ser el inesperado representante que cuenta con la llave de ingreso y que advirtieron poco más de 20.000 ciudadanos, que emitieron su voluntad en el sufragio de la franja liberal, en el Partido de General Pueyrredon.
Sin dudas, fue además del rotundo triunfo de Juntos, el segundo gran título que dejó el domingo por la expectativa que ahora generó su performance. El prorrateo de la aplicación del cociente electoral, puede colocarlo en el umbral de alcanzar una segunda banca, que en este caso correspondería a Romina Yanina Filiberti.
Tras el trajín de los políticos en elecciones, también dejan lugar especulaciones que han trascendido en la tarde de ayer. La suma de Montenegro (que no fue candidato) con Fernando Muro, casi lo deja en la obligación de ir por la reelección en 2023 en el PRO, para defender el catalogado territorio amarillo logrado en el 2019.
El rumor del entorno de Montenegro ha dejado trascender, que un segundo mandato no debe descartarse, casi como hasta una devolución de servicios al PRO, por haberle permitido acceder a la intendencia de su ciudad natal, que no es lo mismo que su lugar elegido.
No obstante, hasta le han sugerido poner la lupa cuando deba decidir quién podría ser su primer concejal, en un eventual intento en el 2023, como para no repetir el fallido acto conocido como el caso de Nicolás Lauría.
Muy posiblemente se niegue la calidad del rumor, dado que Montenegro no ha podido exhibir gestión, debido a la agenda que fijó el Covid 19 y la militancia de una campaña que se encuentra en curso por las elecciones legislativas. Ocurre que la “prima facie” le otorga un 75 % de las bancas en una renovación que lo da como favorecido con el premio mayor.
Cuando largó esta carrera, la aspiración era renovar las seis bancas logradas en el 2017 durante la intendencia de Carlos Fernando Arroyo. Era el objetivo de mínima debido a la estrechez legislativa que padece y aumentó aún bajo el ejercicio de su mandato.
El operativo “Guillermo x 8” está en ciernes, lo pensaron. No hay que olvidar que AF en su peor momento, lo lanzaron a la reelección como presidente de la Nación, a un mes de someterse a este último examen electoral. La política no tiene límites. Todo es posible.