Puntual. Así fue Eduardo Dominé a la hora de la entrevista con mdphoy.com. Dijo a las 17:30 y a las 17:30 estaba esperando en su casa marplatense. Con una pelota de minibásquet entre sus manos, el ex capitán de Quilmes analizó su vuelta al club para ser asistente técnico de Esteban De la Fuente en el banco de Once Unidos. El cervecero se prepara así para la temporada 2009-2010 de la Liga Nacional de Básquet.
“La pretemporada estaría empezando entre 20 y el 27 de julio, pero todo depende que los chicos ya tengan donde vivir”, cuenta el arrecifeño sobre las preocupaciones que tiene en su nuevo rol. El ex tirador se mostró conforme con el plantel que tiene junto a Esteban y además, apuntó elogios para el técnico de su rival: Sergio Hernández.
-¿Cómo fue el acercamiento entre las partes para que seas asistente de Eduardo De la Fuente?
-Vinieron los dirigentes a decirme que querían que empezara a trabajar en el club, que me sumara al proyecto. Luego hicimos una reunión con la Comisión Directiva junto a Esteban, y estuvimos todos de acuerdo. Me puso muy contento. Fue una decisión unánime, había ganas de que me sume a la institución y yo también tenía ganas de hacer algo.
-¿Cómo encontraste al club luego de haberte ido como jugador?
–Peleando con los presupuestos, tratando, en esto que es tan difícil para los dirigentes, poder presentar un equipo competitivo en cancha. Son siempre los mismos problemas, problemas de infraestructura que hace 20 años eran la misma historia. El como generar ingresos, pero con las mismas ganas y el mismo entusiasmo que cuando me fui. Es muy valorable porque hay veces que sostener esto no es fácil y que durante tantos años se esté en un primer nivel es por mérito de los dirigentes.
-El estar tantas temporadas en el club y que en honor a tu carrera retiran la camiseta Nº 4. ¿Te genera más responsabilidad?
-No, mi trabajo lo hago con mucha seriedad y compromiso. El hecho que se haya retirado mi camiseta es un reconocimiento a la trayectoria que tuve como jugador. Desde los 10 años jugué en el club y llegué a jugar en la Selección Argentina. Ahora empezaré algo nuevo con muchas ganas pero con tranquilidad, porque es el lugar donde me manejé toda mi vida.
-En un momento de tu vida dijiste que te gustaba la idea de dirigir pero que no sabías si estabas preparado. Ahora como asistente, ¿qué cosas adaptaste o mejoraste para poder transmitirles tus experiencias a los jugadores?
-Yo creo que es cuestión de meterse en la rueda y empezar a rodar. El básquet me gusta mucho, lo entiendo. Siempre tuve buena relación con mis compañeros, les tuve llegada. En esta función, que no es la del entrenador, yo la tomo con la misma seriedad que si la fuera. Dentro de todas las posibilidades que te da el asistente, es que tenés más relación con el jugador y se buscará en la parte anímica un valor importante. Pero todo es paso a paso.
-¿Es una especie de “revancha” después que se te nombrara el año pasado para hacerte cargo del equipo? ¿Te sentiste relegado por la dirigencia?
-No, en su momento ellos me tuvieron en cuenta pero no se dio. Ahora estoy en el cuerpo técnico y muy contento. Soy una persona que no mira para atrás. Uno va madurando mirando las cosas de una manera distinta.
-En la temporada pasada por lo que se vio no había un pívot definido y en la próxima se repetiría la misma fisonomía de juego. ¿Cómo se lo trabaja al plantel teniendo más jugadores externos?
-El problema fue que el equipo jugó mejor cuando Nicolás Romano le dio soluciones y los “grandes” (Calderón y Dentis) no. Se sentían más cómodos con dos 4 (ala-pívot) livianos pero fuertes. La apuesta de Esteban y del club no va a generar dificultades al momento de contar con Romano y Assie en gran parte del partido. Se va a estar preparado para jugar sin un 5 (pívot) determinante, que quizás con la llegada de un tercer extranjero se solucionaría. La idea de arranque es empezar con un plantel más bajo de lo que otros van a presentar.
-Mencionaste la posibilidad de incorporar un tercer extranjero. ¿De qué depende la posición que incorporen?
-Ojalá que se pueda traerlo de movida y por lo que hablamos con Esteban, tendría que ser un “grandote” pero tampoco estamos tan desesperados con esa posición porque tenemos equipo para arrancar. Sería bueno que los dirigentes consigan los recursos para incorporarlo lo antes posible porque es una ficha menos y no se puede dar ningún tipo de ventaja.
-Con los refuerzos de Edwards, Assie y Müller el equipo suma jerarquía. ¿Los postula como un posible candidato?
-No, tenemos un conjunto con chicos que tienen muchos años en liga como Müller, Cangelosi, López, Romano y además juveniles que quieren sumar minutos como Peralta, Faca (Facundo Piñero) y Dragan (Capitanich). Más dos extranjeros que en los papeles son determinantes y que conocen el campeonato. Tenemos que trabajar y ver a medida que pasen los partidos donde estamos parados. Hay equipos que ya están armados y con carteles de “favoritos” que después no son tan así. Le vamos a dar pelea a todos.
-A Quilmes le ha costado ubicarse entre los primeros lugares y en contrapunto Peñarol, el la temporada pasada fue finalista. ¿Qué crees que le ha faltado para estar en los puestos de arriba?
-El club maneja un presupuesto y Peñarol otro y en esos niveles ellos apostaron a pelear por el título en los últimos años. Pasa todo por ahí. A pesar que este año la perspectiva sea mas o menos la misma, vamos a tratar de ganar el clásico que es algo muy bueno. Pero tampoco vamos a ponernos a trabajar pensando en el vecino porque es lo peor que nos podría pasar.
-Hablaste de Piñero y Capitanich como juveniles del club. ¿Cómo ves la cantera? ¿Se podrá disfrutar alguna vez de un quinteto marplatense?
-Lo veo muy difícil, porque no depende del grupo de trabajo de entrenadores pero sí de las camadas, que aparezca algún jugador que tenga la posibilidad. Hay que trabajar, darle la estructura pero después está en cada uno. En ese sentido, vamos a ver si podemos aportar no sólo lo que vivimos como profesionales sino desde que arrancamos.
-Es decir, las herramientas van a estar dadas.
-Sí, pero es una ciudad muy difícil. Los chicos tienen playa, boliches, tienen de todo para hacer. Entonces, el básquet es un porcentaje de lo que diariamente realizan. Siempre les digo a los chicos que las 4 o 5 horas semanales de entrenamiento no alcanzan para nada. Tienen que ir a entrenar solos o con otra categoría y es la única chance que tienen para llegar a jugar en serio en el futuro.
-¿Cómo ves la Liga Nacional en general? Obras Sanitarias, un ex equipo tuyo, se reforzó bien.
-Lo veo bien, un club que va a tener que nivelar el grupo con los extranjeros. Creo que hay equipos que se han armado bien pero no significa nada a la hora de los resultados. Quimsa, Libertad, Atenas y Peñarol son algunos de los casos o misma La Unión de Formosa con 3 buenos extranjeros. Gracias a dios, el campeonato se está armando bien y esto va a dar mejor calidad de competencia y obviamente si te quedas se va a complicar. Por eso hay que estar al 100%.
-Un dirigente del básquet dijo que “la Liga va de mal en peor porque hay mucho apoyo gubernamental”. ¿Qué opinás al respecto?
-Siempre pasa lo mismo. Todos los años escucho que se acaba el básquet, que va de mal en peor. Es muy difícil de sostener. Los sponsors no son grandes auspiciantes pero siempre hay clubes. La ilusión y la esperanza se renuevan. Con diferencia a años anteriores, cada institución tiene más gente atrás, más hinchas y hace que los dirigentes no bajen los brazos. Pero no hay apoyo como todos quisieran. Hay algunos que son ayudados por el gobierno y no me parece mal mientras siga el torneo y nosotros podamos disfrutar de mirar un partido.
-¿Quilmes y Peñarol lo tienen a este apoyo?
-Desgraciadamente no. Ojalá aparezca ya sea a nivel provincial o municipal. Hay mucha gente entre los dos clubes y el municipio debe saber que representan la ciudad y van por todo el país.
-Este año jugaste la Liga Sudamericana con Quimsa. ¿Te tomó por sorpresa?
-Sí, me llamó Carlos Romano, que es un amigo, y me dijo si quería jugar. Yo venía dos años parado pero acepté. Me puse bastante bien físicamente. A los 41 fue buenísimo. (risas)
-¿Podría decirse que está culminada tu carrera?
-Sí. Ya está. (risas)
¿Crees que Quilmes te debe una despedida?
-No, nadie me debe nada. Al básquet yo lo disfruté y jugué 28 años en serio. Desde los 13 años que hice pretemporada. Jugué en la Selección Provincial, en las juveniles de Argentina. No es la Liga solamente. Lo viví de una manera increíble. No me hace falta nada. Si fuera por mí jugaría hasta que me muera pero se tiene que estar bien en lo físico para rendir y no para “robar”.
-¿Qué opinión te merece Sergio Hernández?
-Es un lujo tener a un entrenador de la trayectoria de él en Mar del Plata. Es todo un ganador.
-Para concluir y como el hincha cervecero que sos. ¿En qué se diferencian del milrrayita?
-El público de Quilmes siempre te sigue, es más fiel. El hincha de Peñarol es más exitista, pero debe haber los que van a todos lados.
Por Maximiliano Ibáñez
me gusto mucho la nota , felicitaciones
Muy interesante el articulo, pueda ser que sigas creciendo periodisticamente. Un abrazo!