Vilma estaba en conocimiento de estas negociaciones, que produjeron alguna conmoción entre los correligionarios marplatenses. Quienes apoyan a Sanz, le reclamaban más participación a favor del senador mendocino. Baragiola no estuvo ni para la foto en Dickens, en la última vista de Ernesto Sanz, en la cual si lo acompañaron Maximiliano Abad, Luis Rech, Fernando Rizzi y Jesús Porrúa.
Por obra y gracia de la interna presidencial, todo parece ser posible en el radicalismo bonaerense. El histórico dirigente y ex candidato presidencial Leopoldo Moreau, que hasta hace poco aparecía entre los leales a Ernesto Sanz, cerró trato con Ricardo Alfonsín, con quien tiene una rivalidad histórica en el distrito, y de inmediato se puso a trabajar para colaborar en el triunfo del hijo del ex presidente.
“Después de una ronda de reuniones decidimos promover la unidad en el distrito, como ya ha ocurrido en otras jurisdicciones”, confirmó Moreau. “Esto conlleva el apoyo a nuestro candidato en la provincia de Buenos Aires, Ricardo Alfonsín”, agregó el ex senador. Cerca de Sanz sospechan. Aseguran que la llegada de Moreau se relaciona con una nueva disposición del comité provincial, que fijó el límite de 1.500 votantes por mesa para las elecciones internas del próximo 30 de abril. Esta determinación, aseguran cerca del senador mendocino, obliga a su sector a quedar en inferioridad a la hora de conseguir fiscales en el siempre difícil territorio bonaerense.
El titular de la UCR bonaerense, Miguel Bazze, salió a defender la decisión. “Estuvimos todos de acuerdo en fijar en 1.500 la cantidad de votantes por mesa. Hacer votar a 5000 personas (como quería Sanz) es casi imposible”, afirmó el dirigente, que también trabaja para la candidatura de Alfonsín.