Quedaban cuatro unidades de tracción y luego del choque en Monasterio, el parque de tracción ferroviaria quedó reducido a dos máquinas. Una circula en subida y la otra en bajada, así se denomina al tramo con Plaza Constitución, de acuerdo al sentido de circulación.
La figura es de colapso o estado terminal cabe sin exagerar. Fuentes pertenecientes al servicio que pidieron estricta reserva de su identidad manifestaron que “Luego de lo ocurrido en Monasterio, quedamos en el límite. Pero no es raro ya ni nos compran ni la tansa para cortar el pasto y si se quema una lámpara, la reponemos con plata nuestra”, dijo el ferroviario casi al borde la desolación. Claro es un hombre que atendió hasta los ochos servicios en su estación entre los destinos de Plaza Constitución y Mar del Plata.
Con este panorama no estaría garantizado que corra el servicio TALGO, los trenes españoles, ya que la prueba piloto no habría resultado satisfactoria. Pulti ascendió para la foto, cuando se hizo el viaje experimental, sólo con la locomotora TALGO. Resulta que al enganchar los vagones y cargarlos de pasajeros, la tracción y la fuerza que pasa al suelo pone en duda el estado de rieles y durmientes, sospechándose también cuál podría ser la velocidad que pueda desarrollar el convoy de pasajeros.