El diario Crónica, en una acción con muy pocos antecedentes, en la historia del periodismo gráfico del país, levantó una edición completa por un recuadro en el que se informaba, que su marido el ex presidente Néstor Kirchner, había compartido un asado con Diego Maradona, luego del exabrupto del técnico de la Selección Argentina, por el cual recibió una sanción de la FIFA, en otro hecho también bastante inusual.
Así funciona el diario Crónica, como para tenerlo en cuenta. De limitada circulación, ha sido tomado a sangre y fuego por la UOM con los hermanos Olmos a la cabeza, en una operación comando que dejó heridos de gravedad, dentro de la redacción en Azopardo y Garay de la Capital Federal. Ha despedido aproximadamente a 300 trabajadores, desde 2004 a la fecha, entre periodistas y personal gráfico, sin que hayan percibido la indemnización correspondiente como marca la ley, un verdadero contrasentido en una empresa manejada por el oportunismo de gremialistas inescrupulosos.
Crónica forma parte de la aventura del poder a cualquier precio, que involucra a importantes sindicatos aliados del gobierno. La confrontación con el campo y otros sectores, ha dejado al desnudo un contenido que refleja precisamente, el escaso margen de maniobra del oficialismo, en este caso como una demostración del perigeo político que provocó el resultado del 28-J.
Que la señora presidenta CFK pretenda demostrar, cómo informa Crónica con respecto a los fondos de acreedores denominados buitres, es sinceramente un acto de debilidad mayúscula, o por lo menos de un pésimo asesoramiento en la materia.
Los directivos de Editorial Sarmiento (del cual subsidiariamente depende el diario El Atlántico de Mar del Plata) gozan de protección judicial, cayendo en incumplimiento de mandas de la justicia (IPP 211614) – (IPP 208907), habiéndoseles fijado multas en miles de pesos en astreites en los tribunales locales.
Que CFK exhiba la tapa de Crónica, como un argumento válido en su pelea con el 99 % de la prensa argentina, no es una señal de imparcialidad. En ese diario porteño, se han cometido una sucesión de irregularidades gravísimas, desde el apoderamiento de la marca, instalaciones y contenidos a cambio de una morigeración en la pena que cumple Héctor Ricardo García, por evasión agravada.
Si la presidenta de la Nación entiende, que esa foto le ayudará a ganar la guerra contra Clarín y La Nación, sería necesario que alguien le advierta, que la mandan al campo de batalla con la pólvora mojada.