Horacio Piombo, uno de los jueces de Casación Penal que firmó la resolución que redujo la pena para el violador de un menor de seis años al considerar que la figura agravante de “gravemente ultrajante” no era aplicable porque el menor había sido violado con anterioridad por su padre, defendió su postura. Lo hizo en diálogo con el periodista Luis Novaresio, por radio La Red.
En principio, el juez señaló que el fallo se sacó a la luz porque hay una campaña para conseguir su renuncia y la del juez Benjamín Sal Llargués, el otro firmante del polémico fallo, al Tribunal de Casación.
Después, Piombo señaló que el asunto abordado en el fallo era la concurrencia de un agravante o no, el de lo “gravemente ultrajante”. “La ley no dice gravemente ultrajante para Novaresio, para Piombo, para García o para Fernández, tiene que serlo para la víctima. Entonces el fallo parte de la base de que lo tremendo, lo ultrajante, había ocurrido con el padre (…). Puede ser que el fiscal no esté de acuerdo (…), podemos estar equivocados, pero nosotros no hicimos en absoluto una cuestión de fe de que la persona era gay, nada. Simplemente que había ocurrido un hecho y que como consecuencia de esa experiencia había quedado en el menor una huella de travestismo, de una conducta que realmente teníamos que tener en cuenta en un proceso cuyo objeto procesal es juzgar a una persona, no el menor, no la sociedad, no el padre, sino una persona que cometió actos impúdicos con el menor con posterioridad”, dijo Piombo.
Luego aclaró que el hecho no fue una violación. “No lo violan, fueron cosas asqueantes, pero no fue eso, (aunque) es lo mismo”, señaló.
La reducción de la pena, explicó el juez, fue porque el menor “ya había sufrido el impacto de lo gravemente ultrajante que es la iniciación que le hizo el padre en el peor de los mundos. Es decir, un padre que conmueve a sus hijos llevandolos a la depravación”.
“Si a mí me violan una vez, ¿ya la segunda vez es menos grave que me violen?”, preguntó Novaresio. “Todo depende, puede haber otras circunstancias”, fue la respuesta de Piombo, que volvió enseguida a aclarar que la función de Casación en el caso solo fue determinar si cabía aplicar el agravante de “gravemente ultrajante” o no.
Luego, Piombo agregó: “Podemos considerar que ese agravante se dispara una sola vez, cuando la persona es iniciada en la práctica aberrante”.
Segundos después, Piombo afirmó: “Lamentablemente la ley a veces no tiene un sentido común, sino que la ley va a una relación humana que nosotros tenemos que establecer si se comete más de una vez”.
Ante los cuestionamientos del periodista, el juez llegó a decir: “Estamos equivocados, Novaresio, yo estoy con usted”, para luego aclarar: “Lo que quiero decir es que yo respeto todas las opiniones”. Y siguió: “Nosotros interpretamos eso, qué quiere que le diga. Y nos basamos en el antecedente. Es mi mundo. El derecho no es una cosa que está hecho para este caso, está hecho para muchos casos”.
Cuando se le preguntó si le parecía justa la pena dada al abusador, respondió: “Para mí es justo. Ahora la tutela del chiquito no nos impor… no es nuestra”. En ese momento, Novaresio dijo: “No le importa, está clarísimo”. Ante lo que el magistrado respondió: “Es que la Ley me lo dice”.
Clarín